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Bolivia suspende el carné de vacunación ante la presión de los grupos antivacunas

El Gobierno de Luis Arce cedió ante las movilizaciones antivacunas de sectores sociales del propio oficialismo y suspendió en Bolivia la exigencia a partir del 26 de enero en instituciones públicas y privadas del carné de vacunación contra el Covid-19 o de pruebas negativas de PCR, cuando arrecia la cuarta ola de un contagio masivo sin precedentes y se han registrado decenas de muertes diarias por la enfermedad.

Una mujer recibe la vacuna contra el Covid-19 durante una jornada de vacunación en La Paz (Bolivia), el 7 de enero de 2021.
Una mujer recibe la vacuna contra el Covid-19 durante una jornada de vacunación en La Paz (Bolivia), el 7 de enero de 2021. © Martin Alipaz / EFE
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El ministro de Salud, Jayson Auza, explicó que el Consejo Nacional Estratégico de Emergencia Sanitaria, formado por 11 ministros, resolvió la “suspensión de la presentación del carné de vacunación o prueba de PCR negativa para el Covid-19”, debido a que las protestas se han convertido en focos de contagio y escenarios de violencia.

La decisión fue criticada por autoridades opositoras y, al contrario de lo que se esperaba, no desactivó las movilizaciones porque los manifestantes antivacunas exigen la derogatoria de los decretos que obligan a tener el carné sanitario o la PCR negativa para realizar varias actividades.

Se trata de la tercera vez en un año que Arce recula de forma significativa ante las presiones de las mismas bases del oficialismo, como ocurrió cuando retiró una ley para investigar fortunas supuestamente mal habidas y un proyecto de norma para cobrar impuestos a las plataformas digitales.

Un ciudadano recibe una vacuna contra el coronavirus en La Paz, Bolivia, el 3 de enero de 2022.
Un ciudadano recibe una vacuna contra el coronavirus en La Paz, Bolivia, el 3 de enero de 2022. © Claudia Morales / Reuters

En este caso, la exigencia del carné o la PCR inicialmente entró en vigencia el 1 de enero en instituciones públicas, supermercados, bancos, iglesias, universidades, y para el reclutamiento en el Ejército, pero cinco días después fue aplazada al 26 de enero y este miércoles finalmente ha sido suspendida, tras una seguidilla de presiones callejeras de los grupos antivacunas vinculados al gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS).

Los manifestantes bloquearon con piedras una carretera troncal entre las ciudades de La Paz y Oruro; una ruta hacia el santuario de Copacabana, fronterizo con Perú; calles en la ciudad de El Alto, y carreteras en la ciudad de Cochabamba (centro), donde se enfrentaron a los agentes policiales.

Entre los protestantes que promovieron estos bloqueos están las asociaciones de comerciantes minoristas de La Paz y El Alto, los maestros rurales, grupos de jóvenes aymaras y asociaciones vecinales que defienden los tratamientos contra el Covid-19 con plantas medicinales, desconfían a las vacunas, pero también se hacen eco de teorías como que la vacunación implanta chips a las personas para controlarlas, según se vio en redes sociales.

Contagios sin precedentes en la cuarta ola de la pandemia

La cuarta ola de contagios atribuida a las variantes Delta y Ómicron no tiene precedentes en Bolivia y ha marcado un récord de más de 11.200 casos diarios y ha causado la muerte de decenas personas cada día, siendo la peor jornada la del martes 18 de enero, con 86 fallecidos.

Desde el principio de la pandemia, Bolivia ha registrado 774.227 contagios y 20.377 decesos y en la cuarta ola la tasa de letalidad se ha situado en 0,6 %, lo que muestra, según el Gobierno, la efectividad de las vacunas frente al 6,2 % de letalidad de la primera ola.

La gente hace cola para recibir la primera dosis de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19 en la plaza Bolivia de La Paz, el 6 de enero de 2022
La gente hace cola para recibir la primera dosis de la vacuna Sputnik V contra el COVID-19 en la plaza Bolivia de La Paz, el 6 de enero de 2022 JORGE BERNAL AFP

En una declaración que causó confusión entre las autoridades municipales y gobernadores de oposición, periodistas y en las redes sociales, el ministro también dijo que la suspensión del carné se producirá mientras dure la emergencia sanitaria y que una vez concluida la misma se volverá a exigir el documento, salvo en los hospitales, farmacias, escuelas, empresas de transporte, instituciones judiciales y bancos, entre otros.

“Ganó la irracionalidad”, afirma el alcalde de La Paz

Las reacciones de rechazo de dirigentes políticos opositores fueron duras al criticar los vaivenes del Ministerio de Salud.

El gobernador de La Paz, el opositor aymara Santos Quispe, y el de Chuquisaca, el dirigente quechua Damián Condori, lamentaron por separado la decisión del Gobierno y ratificaron que, en virtud de las competencias autonómicas, en sus regiones sí se aplicará la exigencia del carné de vacunación para acceder a espacios públicos y privados.

Quispe dijo que el carné se exigirá en los centros de salud, en el aeropuerto y en las terminales de transporte terrestre, aunque para ello el gobernador necesitará del apoyo de la Policía que, sin embargo, responde al Gobierno.

En su cuenta de Twitter, el alcalde de La Paz, el opositor Iván Arias, acusó al ministro Auza de burlarse de la salud del país: “Tantas idas y venidas. Ministro wayronco (abejorro andino) que desprecia, se burla de la vida y salud de los bolivianos. Demagogia e incapacidad. Ganó la irracionalidad”.

La cuarta ola ha comenzado a escalar en La Paz, lo cual ha obligado a la Alcaldía a realizar campañas de vacunación casa por casa, logrando más de 10.000 inoculaciones diarias.

En la misma red social, el excandidato presidencial opositor y empresario Samuel Doria Medina dijo que “el Gobierno retrocede una vez más. Suspende una medida necesaria porque no le interesa gobernar (lo que exige pagar costos políticos), solo quedarse en el poder”.

“Abrogación inmediata”, exigen los manifestantes

Pese al anuncio formal de la suspensión del carnet sanitario, los grupos antivacunas más activos, que realizan bloqueos en El Alto y Cochabamba, mantienen sus protestas para exigir “la abrogación inmediata” de los decretos, según declararon los grupos manifestantes ante los medios.

Desde un punto de protesta, el dirigente del Comité Cívico de El Alto, Gregorio Gómez, dijo que “el bloqueo es indefinido hasta que se abrogue el decreto” y que ellos no se oponen a las vacunas, sino a la exigencia del carné para que la gente sea obligada a vacunarse.

En el sector de K´ara K’ara en Cochabamba, uno de los líderes de la protesta dijo que seguirán con la manifestación “hasta que se abroguen las malditas leyes (decretos) que están contra la salud” y que obligarlos a vacunarse “es una violación contra los derechos” fijados en la Constitución.

Los manifestantes también han exigido la renuncia del ministro Auza, lo que ha coincidido con demandas de otros sectores para que varios ministros también sean removidos de sus cargos alrededor del 22 de enero, fecha del aniversario del Estado Plurinacional, aunque el presidente Arce habría comunicado a los dirigentes sociales que no planea hacer cambios.

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